He llegado a la conclusión de que el triángulo de las Bermudas no es nada en comparación al extraño fenómeno que producen las ondas acústicas al modificar el mesaje de quien lo dice a quien lo recibe. Si no fuera así, no se entendería que cuando le dices a un hombre "¿te apetece que tomemos un café?" él, auntomáticamente y de forma inmediata, entienda "quiero casarme contgo, tener niños y un perrito".
A ver, si yo no digo que siempre seamos clarísimas con nuestras intenciones, pero de ahí a pensar que solo queramos atrapar a un hombre hay un trecho, y bastante amplio, por cierto.
Lo que pasa es que cada vez cuesta más encontrar a un hombre valiente,que sepa lo quiere y que no se asuste de tonterías; realmente son una especie en grave peligro de extinción y si no, si conocéis a alguno me lo presentáis, jajajajajaja.
Hablando en serio, siempre me ha hecho gracia esa "obsesión" que tienen la mayoría (siempre hay honrosas excepciones) por pensar que estamos siempre a la caza y captura, como si estuvieramos siempre desesperadas e indefensas si no tenemos a nuestro lado a un "macho". Hombre, a ver, vale que en la época en que había que cazar búfalos o bisontes para sobrevivir no fuera así, pero hoy en día que ya vienen cazados, cortaditos y en bandejas del Mercadona, pues ya la dependencia, quieras que no, no es la misma.
Las mejores oportunidades de la vida se pierden por indecisiones, dudas, miedos o prejuicios, así que chicos, haceros un favor y pensad que un café, no siempre lleva incorporada la copa y el puro.
Hola,
ResponEliminate he dejado una sorpresita en mi blog, pásate si te apetece http://contraloslimites.blogspot.com.es/2012/04/me-han-concedido-un-premio.html