Vuelvo con una de libros, que entre plato y plato, también hay que dejar escapar la imaginación, ya se sabe mens sana in coropore sano; sí, ya sé que el dicho no se refiere precisamente a comer y leer, pero oye tampoco es mal plan, ¿no?
He tardado un poco porque, a una servidora (que es un poco rarita todo hay que decirlo ;p ) resulta que le ha salido una especie de alergia en los ojos, así que durante un tiempo habrá que dedicarle algún ratillo menos a la lectura...
Acabo de terminar Como agua sobre la arena, una novela de un escritor indio, Kamala Markandaya.
Un pueblo del sur de la India, un familia de campesinos arrendados y la lucha por la supervevincia. Esta es en síntesis la historia que Markandaya cuenta en esta obra, todo tamizado por el filtro de una mujer.
A través de sus recuerdos, conocemos la historia de esta familia, desde que fue entregada en matrimonio a los doce años, hasta la muerte de Nathan, su marido.
La miseria se hace palpable desde el principio, la dependencia de una tierra y un clima que puede convertir el paraíso indio en el mismísimo infierno; cuando las cosechas no son suficiente, cuando la lluvia no llega o los monzones inundan la tierra, el hambre se convierte en una sombra que esclaviza y mata.
Los miedos ancestrales, la muerte, la incultura, el progreso o el amor chocan en esta historia conmovedora de sacrifico por los tuyos, ¿qué no haría una madre por sus hijos? ¿Qué no haría un niño por su hermano que se muere de hambre?
La verdad es que me ha gustado más de lo que me esperaba, y puede que no sea el último libro de este autor que lea.
¿Una pega? La traducción. No sé si es cosa de que lo he leído en el ebook o en en papel la traducción es distinta pero está traducida de forma bastante mediocre; la única posibilidad que se me ocurre es que a través de esa expresión deficiente se quiera plasmar el nivel cultural.
Hay expresiones del tipo "son muertos", en lugar de "están nuertos", o traduce constantemente "por cierto" en lugar de "por supuesto". Aún así la historia no pierde un ápice de sensibilidad y humanidad.
Totalmente recomendable.
Próxima parada: El café de la juventud perdida
No conocía este libro, pero tras tu reseña, creo que la buscaré por la biblioteca, que parece que merece una oportunidad.
ResponEliminaBesotes!!!
No conocía el libro ni al autor. Lo de la traducción y la corrección, a estas alturas creo que es una batalla perdida, es prácticamente imposible encontrar un libro sin errores, y cuando los mencionas, autores, traductores... se enfadan y se te tiran a la yugular, parece que todos los trabajos del mundo pudieran ser criticados menos los que tienen relación con el mundo del libro. Feliz sábado.
ResponEliminaQué pena la mala traducción. Últimamente cuesta encontrar obras bien traducidas y normalmente están llenas de erratas. En fin, que lo importante es que al final disfrutaste de la historia.
ResponEliminaUn beso shakiano!!
No conocía el libro pero miraré si lo tienen en la biblio. Tu próxima lectura no la he leído pero me la han recomendado. Qué la disfrutes.
ResponEliminaFeliz domingo.
Besos
Pues no me disgusta lo que nos cuentas de este libro, ahora lo de la traducción y las malas expresiones me da rabia, seamos sinceros. La próxima parada me llama muchísimo la atención así que espero a que nos cuentes. Besos domingueros
ResponEliminaNo conocía ni el libro ni a su autor. Sin embargo, me atrae la India como escenario y por eso me lo llevo apuntado.
ResponEliminaBesos
No conocía el libro, me ha llamado la atención. Lo unico que es un pena lo de la traduccion...
ResponEliminaBesos
Yo no voy a ser menos... jajajajaj tampoco conocía el libro, pero me lo apunto! ya que la india me llama muchiiisiiimo!! aunque lo de la traducción me tira para atras... pero me fio de tí que dices que no le quita sensibilidad y humanidad
ResponEliminaBesotes!!