Aunque la lectura es una de las actividades preferidas, no es la única; hay otra que también me gusta y me relaja: la cocina. Sí, me encanta cocinar, supongo que será porque también me gusta comer así que no me importa dedicarle tiempo, y por qué no, es otra forma de dejar correr la imaginación, así que he pensado contaros también algunas de las recetas que voy haciendo.
Si alguna os interesa, no hay más que decirlo y os expiclaré cómo se hacen.
La otra noche tuve una cena en casa, y este fue parte del menú:
- Empanadillas rellenas de queso de cabra, cebolla caramelizada y mermelada de tomate.
- Palmeritas de sobrasada y parmesano.
- Gambas al ajillo.
Además de tomates del terreno con jamón serrano, y salchicha de payés, sopa de melón y solomillo al hormo con verdura y mostaza...y de postre helados varios que la tarde ya no daba para cocinar más.
No sobró nada, y es que aunque esté mal que lo diga yo, estaba buenísimo, jajajajajaj.
Ya os iré informando de mis inventos culinario, que de vez en cuando, entre libro y libro, una buena cena, con una buena copa de vino, también se agradece, y es que no solo de lectura, vive el hombre...
Qué buena pinta tienen las empanadillas, a mí me encanta la combinación de la cebolla caramelizada con el queso, pero lo hago siempre tipo canapé, tengo que probar de esta manera
ResponEliminabesos
Mmmmmm, qué delicias, esas cenas entre libro y libro son de las que más se agradecen. A mi también me gustan, y la cocina, pero sin llegar a esos niveles tuyos. Se me hace la boca agua. Un besito
ResponElimina¡Qué suerte tienen tus invitados!!! las empanadillas tienen que estar riquísimas. Creo que me voy a animar a hacerlas, además no hace mucho he descubierto un queso de cabra, que no es el típico de rulo, con bastante cuerpo y, me da la impresión de que tiene que quedar bien en la empanadilla.
ResponEliminaSeguiré viendo tus recetas, me encanta la cocina.
Un beso